La maternidad tranquila

La llegada de un bebé a la familia es, primero una bendición y después una oportunidad única de crecimiento. En mi segunda maternidad y mis 41 años la tranquilidad y el placer y la contemplación van de la mano. Sirva este espacio para reflexionar sobre la maternidad tranquila, sin culpas, sin expectativas, sin cargas innecesarias.
Tus aportaciones son bienvenidas, así que, si lo deseas, comparte-te, fluye y disfruta.
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miércoles, 13 de mayo de 2015

Los bebes de dieciocho meses

En este momento mi hijo pequeño tiene dieciocho meses y es evidente que comenzamos una nueva etapa. Ayer, sin ir más lejos, lanzó un "no, no, no... yo solo" que se me clavó en el corazón. ¡Pero, bueno! ¿Ya estamos así? Pues parece que comenzamos con los ramalazos de independencia y dependencia propios de esta fase del crecimiento (te invito a mirar aquí las diferentes fases de desarrollo). Mientras proclama con orgullo que él solo hace las cosas y se enfada con bastante carácter si no se lo permitimos (a veces no le permitimos coger las tijeras de podar o el cuchillo jamonero, manías que tiene una), demuestra una querencia, llámalo dependencia, absoluta por mi; hoy he vivido una de esas escenas entrañables de la maternidad: mientras estaba en el baño orinando, ha llegado, ha levantado la camiseta y se ha puesto a mamar. ¡Es verdad, se me olvidaba! Volvemos a hacer pis con el crío encima. 

Y en todo este proceso, me acompaña un pensamiento a cada paso: esto también pasará. Volando. Esta fase durará poco, y más en este crío que va rápido como un rayo, y yo me pregunto, donde se fue mi bebé, ese pequeñito que gorgoteaba y mamaba tranquilamente en brazos. Así que, a todas las que como yo, estáis pasando esta fase de reaproximación, que meáis con el crío encima, que le quitáis cuchillos de las manos y los acompañáis en sus subidas y bajadas de alto riesgo por las escaleras... disfrutad. Porque en unos meses, dejaran de hacer, decir y querer las cosas que hacen, dicen y quieren ahora y nos preguntaremos dónde se fue este pequeño terremoto. El tiempo vuela.

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