Y en todo este proceso, me acompaña un pensamiento a cada paso: esto también pasará. Volando. Esta fase durará poco, y más en este crío que va rápido como un rayo, y yo me pregunto, donde se fue mi bebé, ese pequeñito que gorgoteaba y mamaba tranquilamente en brazos. Así que, a todas las que como yo, estáis pasando esta fase de reaproximación, que meáis con el crío encima, que le quitáis cuchillos de las manos y los acompañáis en sus subidas y bajadas de alto riesgo por las escaleras... disfrutad. Porque en unos meses, dejaran de hacer, decir y querer las cosas que hacen, dicen y quieren ahora y nos preguntaremos dónde se fue este pequeño terremoto. El tiempo vuela.
Un espacio para la contemplación de la infancia desde el goce y la alegría. La certeza de que la Vida junto a nuestros hijos nos devuelve a lo sencillo e importante.
La maternidad tranquila
La llegada de un bebé a la familia es, primero una bendición y después una oportunidad única de crecimiento. En mi segunda maternidad y mis 41 años la tranquilidad y el placer y la contemplación van de la mano. Sirva este espacio para reflexionar sobre la maternidad tranquila, sin culpas, sin expectativas, sin cargas innecesarias.
Tus aportaciones son bienvenidas, así que, si lo deseas, comparte-te, fluye y disfruta.
¡Bienvenida!
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miércoles, 13 de mayo de 2015
Los bebes de dieciocho meses
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