Todos los niños de la misma edad son iguales.
Todos los niños tienen que aprender lo mismo a la vez.
El único sitio donde los niños se pueden educar es en la escuela.
Todo lo que enseñan en la escuela es importante.
Es más importante lo que enseñan en la escuela que lo que yo quiero hacer.
Sólo los mayores pueden enseñarme.
Yo no puedo aprender por mi mismo.
Los demás saben mejor que yo mismo que es lo que yo necesito/quiero/me interesa.
A los niños pequeños hay que hablarles como si no entendieran nada.
A los niños mayores hay que hablarles como si no entendieran nada.
A los abuelos hay que hablarles como si no entendieran nada.
Las cosas son como son y siempre lo serán.
Aprender es aburrido/una condena/obligatorio.
Todo lo que los mayores me dicen que tengo que hacer es exclusivamente por mi bien.
Como soy pequeño no sé.
Cualquier adulto, por el hecho de serlo, tiene poder sobre mi.
Y tú ¿qué te cuestionas?
4 comentarios:
Uffff.... yo a veces me lo cuestiono todo jajaja hasta que esto que vivimos sea la realidad. Bueno unas cuantas cosas son:
- Que las familias necesiten dos sueldos para vivir
- Que haya que hipotecarse hasta las orejas
- Que en casa necesitemos de un coche o mejor dos
- Que necesitemos pantallas planas de plasma para ver la caja tonta
- Que sea mejor vacunar que no vacunar
- Que la suerte o la casualidad exista
- Que el sitio mas seguro para parir sea un hospital
- Que dormir con mis hijos les haga dependientes
- Me cuestiono y me cabrea que sirva de algo que les llenen las tardes de deberes
- y paro que me caliento
Muy bueno Dara. Está bien no dar las cosas por supuesto. Como tu dices, cuestionar hasta que esto que vivimos sea la realidad... anda que no se caen cosas superfluas por el camino.
Un abrazo fuerte.
Pues yo ahora tengo claras algunas cosas que antes me cuestionaba: ya no cuestiono los fundammentos de la crianza corporal. Pero mi pregunta ahora es ¿Como consigo ponerla en práctica????? Por que en el día a día no es tan fácil, ni tan evidente.......
Pues María... yo te animaría a utilizar el pañuelo para llevar siempre a tu bebé en brazos y tener las manos libres... te animaría a pensar que es una fase, que después pasa y que nunca más vuelve, que no es para siempre; te animaría a pensar qué cosas pueden hacer los demás por ti (limpieza de la casa, compras, etc)... te animaría a tener una doula que te sostenga, te animaría a hablar con tu pareja (si la tienes y a explicarle todo lo que te pasa por dentro), te animaría a ir a un grupo de crianza y/o de lactancia, te animaría a vivir esta etapa desde el corazón y... te daría un abrazo muy fuerte.
¡Muchos ánimos!
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