Un espacio para la contemplación de la infancia desde el goce y la alegría. La certeza de que la Vida junto a nuestros hijos nos devuelve a lo sencillo e importante.
La maternidad tranquila
La llegada de un bebé a la familia es, primero una bendición y después una oportunidad única de crecimiento. En mi segunda maternidad y mis 41 años la tranquilidad y el placer y la contemplación van de la mano. Sirva este espacio para reflexionar sobre la maternidad tranquila, sin culpas, sin expectativas, sin cargas innecesarias.
Tus aportaciones son bienvenidas, así que, si lo deseas, comparte-te, fluye y disfruta.
¡Bienvenida!
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martes, 7 de diciembre de 2010
Claudio Naranjo y la educación patriarcal
«Decía que la educación patriarcal, que es la que conocemos desde siempre, es una educación predominantemente intelectual en la que los demás aspectos del ser humano son desestimados. Es éste claramente el caso de la función materna interior, que tiene que ver con el cerebro límbico, logado al amor, que compartimos con los mamíferos. Es poco decir que ésta se ve muy descuidada, pues hoy en día sabemos que la forma en que la medicina ha dispuesto nuestra entrada al mundo, comenzando por el nacimiento mismo (innecesariamente traumático en una medida que se desconoce) y siguiendo por el período de lactancia (en que no se respeta suficientemente el establecimiento del vínculo natural entre la madre y el hijo), daña al sistema sub-cortical. La forma tradicional y establecida de crianza entraña ya una gran insensibilidad y la escuela viene a rematar esta postergación de lo afectivo, pues nada necesitaríamos tanto como una educación afectiva o interpersonal, una educación de esta capacidad amorosa que es la base de la buena convivencia y la participación en la comunidad-y que tan críticamente está faltando al mundo».
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