Hay ocasiones en que la mente nos juega una mala pasada. Acabo de pasar por uno de esos momentos en lo que a una le gustaría poder marcha atrás. He borrado, sin querer, unos cien comentarios del blog. Y es una pérdida importantísima porque los comentarios son el alma del blog, o al menos así lo siento. Permiten tener una visión más ámplia del tema, matizan aspectos que quedaron registrados de forma superficial y nos iluminan con experiencias de otra manera incalcanzables.
No hay manera de recuperar los comentarios del blog y siento que he perdido mucho. El fin que me animó a construir este blog es poder establecer un medio de comunicación, un espacio abierto a la reflexión, el debate de temas que nos interesan y que, tradicionalmente, han estado fuera de los intereses de las grandes corporaciones mediaticas. Un espacio de comunicación, al menos para mi, debe permitir eso, la comunicación, siempre en dos vías, ida y vuelta. Hoy he perdido gran parte de vuestros comentarios, opiniones y sentimientos y he de decir que me he quedado perpleja y apenada. Para mi es una gran pérdida, pero la vida continúa y de los errores se aprende. Aprender a asumir las equivocaciones sin hacer de ellos grandes dramas es un arte. Hoy he tenido la oportunidad de ejercitarlo. Os pido perdón a los que habéis depositado vuestros comentarios que han desaparecido y continúo trabajando en la difusión de este tema. Un fuerte abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario