La maternidad tranquila

La llegada de un bebé a la familia es, primero una bendición y después una oportunidad única de crecimiento. En mi segunda maternidad y mis 41 años la tranquilidad y el placer y la contemplación van de la mano. Sirva este espacio para reflexionar sobre la maternidad tranquila, sin culpas, sin expectativas, sin cargas innecesarias.
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martes, 23 de noviembre de 2010

autoestima versus dignidad

Hay cosas que no me cuadran por más que me las expliquen. Una de esas cosas que se quedan pendientes, al filo de la comprensión, tiene que ver con la palabra autoestima. Esta de moda eso de tener autoestima. Si lees las revistas para padres, se hace hincapié en que los niños han de tener autoestima. Se supone que es muy importante tener autoestima en nuestra sociedad. Y a mi algo me huele raro. Veamos, si buscamos en el Diccionario de la RAE la palabra autoestima encontramos que es la valoración generalmente positiva de si mismo. O sea, que si yo tengo autoestima significa que me he valorado positivamente. Y vuelvo al diccionario, que no falla, y la primera acepción de valorar es dar precio a algo. O sea, que pongo precio a lo que tengo, soy y hago y, entonces, sumo. Algo así como: Soy Mónica (el nombre no esta mal), mujer (así, así, nos han enseñado que es mejor ser hombres), soy licenciada (bien), no estoy doctorada (mal), me gusta el arte (bien), me salen mal los bizcochos (mal), dirijo documentales (bien), soy perezosa (mal), a veces tengo mal genio (mal), puedo ser graciosa (bien)... Si me sale un millón de positivo, pues, fantástico, he hecho un juicio de mi misma y he salido ganadora. Si sumo y resto y me sale negativo... uff!! Mejor me voy a un psicólogo a que me implante un poco de autoestima. Pero... ¡Un momento! ¿A nadie se le ocurre que esto es, cómo decirlo de forma sutil, poco inteligente?

Y dicen que es importante que los niños tengan autoestima, es decir, que se hagan un balance de este tipo y salgan victoriosos con un montón de cosas a su favor. Y yo me pregunto ¿Alguien se ha dado cuenta de que ese balance solo puede ser hecho en comparación con los otros? ¿Sabe alguien por qué los seres humanos hemos de valorarnos a nosotros mismos y a los demás? ¿Podría decir soy fea o no sé pintar o soy tímida sin que tuviese un eco negativo en mi identidad? ¿No sería más libre si pudiera decir, si, bueno, bien, soy fea, pero eso no tiene que ver conmigo, con mi esencia, tiene que ver con mi físico? o no sé pintar ¿y? o yo soy tímida, para mi no es ni positivo ni negativo, es como me comporto.

Creo que este invento de la autoestima tiene que ver con un modelo educativo basado en la adquisición de capacidades y no en el desarrollo personal del ser humano. Pero ¿y si yo no quiero compararme con nadie, ni medirme por lo que sé hacer y, aún así, me amo a mi misma, entonces ¿cómo llamo a esto? Dignidad. Eso se llama dignidad, que es lo que trae al nacer todo ser vivo, no solo humano. Y vuelvo al diccionario y asegura que digno significa ser merecedor de algo. Es decir, que merezco algo a secas, solo por Ser. No depende de mis atributos, cualidades, aspecto, inquietudes... Dignidad es lo que nadie podrá arrebatarme si sé lo que significa y la tengo integrada en mi persona. Dignidad es lo que está por encima de las circunstancias, las habilidades o las proyecciones. Dignidad es lo que me hace fuerte, irrompible, inalterable. Los seres humanos tenemos dignidad; las empresas, productos, servicios pueden tener autoestima, porque pueden poner precio, es decir valorar, sus acciones. Un ser humano tiene una vida demasiado preciosa como para ponerle precio y, desde luego, es una pena, desperdiciarla en balances. En mi caso, intentaré que mi hija no pierda su dignidad, entonces no necesitará autoestima.

Nota: Repasando unas presentaciones en powerpoint en la web de Casilda Rodrigañez, leo: dignidad en vez de autoestima. Mi mente ha saltado como un resorte: ¿Así qué era eso?
O sea, que esta entrada se la debo a ella. Copio el enlace imprescindible que toda mujer (y hombre) debería llevar en el bolso: casildarodrigañez.org.
Mil gracias por su trabajo.

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