La maternidad tranquila

La llegada de un bebé a la familia es, primero una bendición y después una oportunidad única de crecimiento. En mi segunda maternidad y mis 41 años la tranquilidad y el placer y la contemplación van de la mano. Sirva este espacio para reflexionar sobre la maternidad tranquila, sin culpas, sin expectativas, sin cargas innecesarias.
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domingo, 28 de abril de 2013

El medio no es el fin

Observo en la educación tradicional una cierta tendencia a considerar como un fin,  el medio o la herramienta necesaria para alcanzar otro. Es el caso de la lectura. 

Si leemos las últimas leyes de educación bien como objetivos, bien como competencias, aparece inexorablemente que el alumno debe de alcanzar un adecuado nivel de lectura. Y comprendo que esto quede planteado así en la normativa legal, lo que ya no comprendo tanto es que se traslade, tal cual, a las aulas. me explico. La lectura, aún siendo reconocida como una competencia básica, no es nada por sí misma. Aprender a leer por aprender a leer no es más que un trámite. De hecho, leer es aprender a descodificar un código compartido escrito. Pero no aprendemos a leer para aprender a leer, aprendemos a leer porque queremos descifrar el código que encierra el mensaje que deseamos conocer. Esa es la finalidad última de la lectura, que yo pueda comprender ese mensaje codificado. Por eso no comprendo los sistemas de lecturas y libros de aprendizaje de las aulas. De verdad ¿Quién quiere aprender a leer con narraciones anodinas que nada tienen que ver con una? ¿De qué sirve aprender a leer si lo que leo no me dice nada a mi, no me emociona, despierta mi curiosidad o me entusiasma?  

Creo que terminamos confundiendo el medio, la lectura, con el fin, conocer,  con lo que pierde el sentido. Siempre me pregunto porqué si los maestros tienen por ley el primer ciclo de primaria (6 y 7 años) para que los niños adquieran la capacidad de descifrar este código, se lanzan a pecho descubierto en el primer trimestre a enseñar a leer. Creo que lo peor que se puede hacer con un niño que está comenzado a dar sus pasos en la lectura es enseñarle, así, con cartilla y libros de lectura. ¿Por qué no dejar que los niños elijan qué quieren saber, que libro, álbum, noticia, cuento, caja de juguetes o bote de champú... desean descifrar y les apoyamos en su investigación? Entonces para ellos tendrá sentido, porque el aprendizaje de la lectura será el medio que les permitirá adquirir un fin: el conocimiento que anhelan.  Me temo que este error de bulto encierra más fracaso escolar del que muchos querrán admitir. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

La competencia basica no es la lectura, es la comprensión lectora,