Los niñ@s-bebés no sólo lloran para que se atienda una necesidad inmediata, sino que también lloran para descargar la "tensión acumulada" producida por estrés físico y/o emocional.
Si se les permite, los niñ@s-bebés lloran cuando lo necesitan, pero sólo el tiempo que necesitan, y hablarán cuando estén list@s para hacerlo.
Si permitimos al bebé descargar su estrés a través del llanto, se sentirá relajado, seguro y querido.
Los niñ@s-bebés nunca deberían ser dejados llorar solos.
No tiene sentido distraer al niñ@-bebé de su llanto porque ello sólo pospondrá su necesidad de llorar.
La descarga de energía durante el llanto es necesaria para completar con éxito el ciclo estrés-relajación.
Los niñ@s-bebés siempre lloran por algo real que están sintiendo, aunque no sepan expresarlo con palabras o el “detonante” de su llanto no sea en sí mismo importante.
Si un bebé ha sufrido un nacimiento muy traumático puede necesitar llorar varias horas todos los días, durante varios meses, para descargar completamente el estrés causado por el nacimiento.
Aunque los padres no rechacen abiertamente a su hij@ cuando llora, todos los intentos por distraer al niñ@-bebé de su llanto serán sentidos por este como una forma de abandono emocional.
Es necesario hacer todos los esfuerzos posibles para reducir el estrés de la vida de los niñ@s-bebés, lo cual no es fácil porque las causas del estrés no siempre son evidentes, y en ocasiones no se pueden evitar ya que forman parte de la experiencia misma de vivir y crecer.
La vida de un niñ@-bebé debería de girar siempre entorno al “amor incondicional” de sus padres. - Los niñ@s-bebés nunca pueden ser “estropeados” o “malcriados” al satisfacer todas sus necesidades primarias. Es imposible darles demasiado amor, atención, o contacto físico. - Los niñ@s-bebés necesitan padres que sean capaces de escuchar sus expresiones de rabia, pena y temor, y que puedan “sintonizar” con ell@s. - Para tener una buena autoestima, los niñ@s necesitan sentir el amor y la aceptación incondicional de sus padres, lo cual conlleva la satisfacción de sus necesidades primarias.
Si mostramos a los niñ@s nuestro amor y aprobación sólo cuando están sonrientes y contentos, aprenderán a negar y reprimir una parte de si mismos con el fin de complacer a los adultos. Con el tiempo, estas emociones serán también inaceptables para ell@s mism@s.
La falta de amor termina afectando los procesos internos del cerebro y del organismo en general, causando enfermedades físicas y emocionales en una etapa posterior de la vida.
Existe una correlación entre problemas peri-natales y posteriores problemas emocionales y de conducta en los niñ@s. El trauma de nacimiento puede ser en parte responsable de la esquizofrenia, crímenes violentos, conducta suicida y varias enfermedades físicas.
El llanto es mayor en los bebés a cuya madre han aplicado anestesia epidural.
En relación al cólico del lactante, la causa no es un sistema digestivo inmaduro, sino la propia reacción al estrés del bebé. A través del llanto, los bebés reducen los efectos de la respuesta al estrés y restauran el equilibrio químico del cuerpo.
Si se les permite, los niñ@s-bebés lloran cuando lo necesitan, pero sólo el tiempo que necesitan, y hablarán cuando estén list@s para hacerlo.
Si permitimos al bebé descargar su estrés a través del llanto, se sentirá relajado, seguro y querido.
Los niñ@s-bebés nunca deberían ser dejados llorar solos.
No tiene sentido distraer al niñ@-bebé de su llanto porque ello sólo pospondrá su necesidad de llorar.
La descarga de energía durante el llanto es necesaria para completar con éxito el ciclo estrés-relajación.
Los niñ@s-bebés siempre lloran por algo real que están sintiendo, aunque no sepan expresarlo con palabras o el “detonante” de su llanto no sea en sí mismo importante.
Si un bebé ha sufrido un nacimiento muy traumático puede necesitar llorar varias horas todos los días, durante varios meses, para descargar completamente el estrés causado por el nacimiento.
Aunque los padres no rechacen abiertamente a su hij@ cuando llora, todos los intentos por distraer al niñ@-bebé de su llanto serán sentidos por este como una forma de abandono emocional.
Es necesario hacer todos los esfuerzos posibles para reducir el estrés de la vida de los niñ@s-bebés, lo cual no es fácil porque las causas del estrés no siempre son evidentes, y en ocasiones no se pueden evitar ya que forman parte de la experiencia misma de vivir y crecer.
La vida de un niñ@-bebé debería de girar siempre entorno al “amor incondicional” de sus padres. - Los niñ@s-bebés nunca pueden ser “estropeados” o “malcriados” al satisfacer todas sus necesidades primarias. Es imposible darles demasiado amor, atención, o contacto físico. - Los niñ@s-bebés necesitan padres que sean capaces de escuchar sus expresiones de rabia, pena y temor, y que puedan “sintonizar” con ell@s. - Para tener una buena autoestima, los niñ@s necesitan sentir el amor y la aceptación incondicional de sus padres, lo cual conlleva la satisfacción de sus necesidades primarias.
Si mostramos a los niñ@s nuestro amor y aprobación sólo cuando están sonrientes y contentos, aprenderán a negar y reprimir una parte de si mismos con el fin de complacer a los adultos. Con el tiempo, estas emociones serán también inaceptables para ell@s mism@s.
La falta de amor termina afectando los procesos internos del cerebro y del organismo en general, causando enfermedades físicas y emocionales en una etapa posterior de la vida.
Existe una correlación entre problemas peri-natales y posteriores problemas emocionales y de conducta en los niñ@s. El trauma de nacimiento puede ser en parte responsable de la esquizofrenia, crímenes violentos, conducta suicida y varias enfermedades físicas.
El llanto es mayor en los bebés a cuya madre han aplicado anestesia epidural.
En relación al cólico del lactante, la causa no es un sistema digestivo inmaduro, sino la propia reacción al estrés del bebé. A través del llanto, los bebés reducen los efectos de la respuesta al estrés y restauran el equilibrio químico del cuerpo.
2 comentarios:
Es un articulo genial. Por fin algo convincente sobre el cólico del lactante. ¿cómo se hace para acompañar a un niño en su llanto sin distraerle? y a los niños mayores, 9 años ¿es mejor dejarlos solos mientras lloran?
Un beso
Hola:
Ante todo siento el retraso en darte una respuesta. Quizá puedas acudir a la Asociación Primal en busca de más información. Personalmente mi experiencia (mi hija tiene 4 años) es que, cuando ella quiere llorar sola, solo necesita saber que yo estoy allí cerca por si quiere estar conmigo. Creo que a ciertas edades a veces puede ser lógico que quieran llorar en soledad. Será la sensibilidad tuya la que diga si esta siendo terapéutico el llanto o se esta cargando con el sentimiento de soledad. De todas maneras con 9 años pueden hablar y expresar lo que están sintiendo o, a posteriori verbalizar su experiencia.
Gracias por tu comentario y un saludo.
Mónica
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